LOS CHICOS DE LA ISLA DEL MAíZ

Ayer fue mi último día libre hasta dentro de 7 días. Hacía un día estupendo y me bajé al Arenas Beach (sur de la isla) para darme un bañito, cuando me crucé con Natasha y Ana que se iban de paseo y cambiaron mis planes de baño y relax por una ruta comercial por la isla. El cruce que veis en la foto es la bifurcación de la carretera que rodea la isla. Justo lo que hay enfrente es la pista de aterrizaje de los aviones.
La primera parada de nuestro recorrido fue la pastelería. Ésta ya la conocí en mi primer día libre en el que tuve la oportunidad de probar su delicioso pan de coco.


Las tartas tampoco les quedan nada mal (ya hemos celebrado un par de cumpleaños en la Isla del Maíz). El pan de coco son esos panecillos de la parte de abajo del mostrador.
Proseguimos nuestro paseo adentrándonos en el pueblecito que hay entorno al puerto de la isla.


Cada casita a los lados de la carretera es una tienda. Tenemos desde ropa, verduras y frutas, electrónica, pulperías (tiendas de ultramarinos) y una ferretería en la que venden algunas piezas de artesanía. Allí Natasha aprovechó para comprar una estupendísima cortina de bambú. Si le entra en la maleta podríamos pensar en algún tipo de intervención divina.
Un calor sofocante empezó a hacer mella en nosotros y decidimos meternos en un bar que es a su vez restaurante y piscifactoría. En una de sus piscinas podíamos ver un tiburón de aproximadamente un metro y una barracuda. No me preguntéis por qué no les hice una foto... debe ser que me interesé más por esa barca zombie varada entre las rocas.


Mientras refrescábamos el gaznate vimos aterrizar nuestro pedazo de helicóptero en la lejanía


Así de paso os presento el maravilloso puerto de la Isla del Maíz. Aquí llegan todos los suministros que hacen que la vida en la isla se haga un poquito más... normal y menos zombie.
De aquí también parten los barcos hacia la Pequeña Isla del Maíz una isla más pequeña, más virgen y más turística que la nuestra.
Nuestro paseo duró poco más hasta que nos topamos con el autobús que nos llevó de vuelta a casa.

Todavía me dió tiempo a tomar una instantanea más