Gracias a la visita de Natalia y a las facilidades brindadas por Sebi para turnarnos, la semana pasada pude iniciar un viaje por el país para conocer todos sus encantos.
La primera parada fue Granada, antigua capital del país. Una ciudad que por momentos parece trasladarnos a La Mancha.
Un estilo constructivo colonial y moderno, con anchas avenidas y calles organizadas en cuadras.
Lo más llamativo de la ciudad son sus patios, casi tan bonitos como los patios toledanos. Rectangulares, con amplios soportales, repletos de vegetación y normalmente, coronados con una fuente en el centro. Son muy acogedores y fresquitos. Los negocios lo saben y por eso colocan en ellos las terrazas de los bares y cafeterías.
Lo primero que vimos al entrar en la ciudad fue este monumento a los caídos. La ciudad de Granada, como todas las ciudades nicaragüenses quedaron muy marcadas por la guerra.
Uno de nuestros compañeros llevaba ya unos días conociendo la ciudad cuando llegamos. Santiago, que así se llama, nos buscó un hotel muy acogedor y con él nos fuimos a ver el partido de España contra Chile.
Aquí estamos los dos haciendo el tonto durante el descanso.
Otra curiosidad es la estrecha colaboración que existe entre diversos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid con la ciudad.
Aquí estamos junto a un vehículo de los bomberos donado por el Ayuntamiento de Madrid
La última anécdota del día nos la brindó este grupo de jóvenes que echaban una pachanga frente a las puertas de una de las principales iglesias de Granada:
Mañana más
La primera parada fue Granada, antigua capital del país. Una ciudad que por momentos parece trasladarnos a La Mancha.
Un estilo constructivo colonial y moderno, con anchas avenidas y calles organizadas en cuadras.
Lo más llamativo de la ciudad son sus patios, casi tan bonitos como los patios toledanos. Rectangulares, con amplios soportales, repletos de vegetación y normalmente, coronados con una fuente en el centro. Son muy acogedores y fresquitos. Los negocios lo saben y por eso colocan en ellos las terrazas de los bares y cafeterías.
Lo primero que vimos al entrar en la ciudad fue este monumento a los caídos. La ciudad de Granada, como todas las ciudades nicaragüenses quedaron muy marcadas por la guerra.
Uno de nuestros compañeros llevaba ya unos días conociendo la ciudad cuando llegamos. Santiago, que así se llama, nos buscó un hotel muy acogedor y con él nos fuimos a ver el partido de España contra Chile.
Aquí estamos los dos haciendo el tonto durante el descanso.
Otra curiosidad es la estrecha colaboración que existe entre diversos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid con la ciudad.
Aquí estamos junto a un vehículo de los bomberos donado por el Ayuntamiento de Madrid
La última anécdota del día nos la brindó este grupo de jóvenes que echaban una pachanga frente a las puertas de una de las principales iglesias de Granada:
Mañana más
2 jul 2010, 13:54:00
Oh, Granada, Granada... y pensar que mi hermana se va unos días a Granada de España me da envidia, jejeje :) ¡¡¡Al final no escuchamos LOBA!!!