LOS CHICOS DE LA ISLA DEL MAíZ

Llegó el momento de abandonar Ometepe y poner de nuevo rumbo a Granada. Bien mentalizados a volver a coger esos terribles autobuses, nos despedimos de Rodolfo y cogimos el ferri. A diferencia del barco que cogimos para ir, este tenía televisión y aire acondicionado. En él vimos el partido que enfrentaba a Paraguay con Japón. Casi sin darnos cuenta llegamos al puerto de San Jorge. Allí nos esperaban unos taxistas que nos acosaron y finalmente nos convencieron para llevarnos hasta Granada por 100 córdobas cada uno (unos 4 €). No está nada mal para un viaje de más de una hora...
Llegamos a Granada y después de un bañito en la piscina nos fuimos todos juntos a comer y ver el partido que enfrentaba a España y Portugal (qué lejos parece que queda eso, ¿no?).
La tarde fue muy tranquilita. Natalia y yo nos fuimos de compras mientras Kai y Riana iban a dar un paseo en caballo y Adam se quedaba de relax en el hotel.
Compramos unas postales y unos sellos y estuvimos un ratito escribiéndolas (sé que algunas ya han llegado a sus destinos).
Finalmente nos juntamos en una de las cocinitas del hotel que se encontraba bajo los soportales del patio y nos pusimos a cocinar unos riquísimos Mac&cheese que habíamos comprado en Ometepe.


La comida estaba buenísima pero transcurrió un pelín accidentada. Primero porque cuando Natalia fue a abrir la coca-cola nos puso a todos perdidos (aunque ella se llevó la peor parte)


Poco después Riana iba a la cocina y espanzurraba un brick de leche en el suelo.


El caso es que todo esto sólo hizo que nos riésemos más y que acabásemos pasándolo muy bien esa noche.
Ah, más tarde Adam la tomó con los minialtavoces del iphone que nos amenizaban la velada.


Después de cenar, Natalia y yo teníamos muchísimo mono por volver a tomar el chocolate riquísimo que sirven en la cafetería del Hotel Darío. Riana, que sentía mucha curiosidad por las buenas referencias que le habíamos dado, se vino con nosotros.




Ojalá comercializasen este chocolate en España. Ni colacao ni leches. Lo rico rico es el chocolate Torani. Nos dijeron dónde podíamos conseguirlo en Managua al día siguiente. El problema es que el taxista fue muy torpe y en lugar de llevarnos a un sitio normal nos llevó a uno de esos supermercados en los que sólo pueden comprar los socios... Al menos vimos algo más de Managua que lo que ya conocíamos, pero eso os lo contaré mañana.