Con muchos nervios hemos cogido el autobús esta mañana Edu, Pablo, Óscar y yo para conseguir un buen sitio y disfrutar de uno de esos maravillosos momentos que regala la vida para unirnos y expresar nuestras emociones de forma colectiva.
Finalmente hemos llenado el comedor del Arenas Beach y hemos sufrido durante 80 minutos hasta que por fin hemos empezado a soñar.
Es dificil vivir un momento así estando tan lejos, pero unidos, nos hemos sentido un poquito más en casa.
Uno de los mejores momentos ha sido la llegada de los compañeros que llevavan 4 días trabajando en unos cayos a unos cuántos kilómetros de aquí. Les hemos recibido a los 20 minutos de partido como si se tratase de estrellas de fútbol. Los pobres hacen un trabajo muy duro, durante muchas horas y en difíciles condiciones. Al menos ellos han sido afortunados y han podido vivir gran parte del partido con nosotros. Otros no han tenido tanta suerte: Sebi, Paul, Jaime, Álvaro, Montse, Paula, Diana, Óscar Luis, Jacobo, Chema, Lucía y Eduardo. Para estos compañeros mi más sentido homenaje y a ellos les dedico estas imágenes captadas por nuestra compañera colombiana Ana María.
Así vivimos el gol de Pujol, con auténtica euforia desatada:
Después, muchos segundos de tensión bebiendo toñas (cerveza nicaragüense) con Gille que casi se nos salen por las orejas, mirando constantemente a Edu que casi le da un colapso, pudimos vivir el triunfo de la selección roja y celebrarlo una vez más todos juntos de esta manera:
Lo raro ha sido salir de nuestro reducto español y ver que la vida sigue su ritmo, en este caso un ritmo caribeño de personas que continúan su dura vida cotidiana ajenas a lo acontecido. Tan sólo es una competición, sí, pero nos une y saca de nosotros sentimientos que no saldrían de otra forma y bajo ninguna otra circunstancia. A los vídeos me remito
Finalmente hemos llenado el comedor del Arenas Beach y hemos sufrido durante 80 minutos hasta que por fin hemos empezado a soñar.
Es dificil vivir un momento así estando tan lejos, pero unidos, nos hemos sentido un poquito más en casa.
Uno de los mejores momentos ha sido la llegada de los compañeros que llevavan 4 días trabajando en unos cayos a unos cuántos kilómetros de aquí. Les hemos recibido a los 20 minutos de partido como si se tratase de estrellas de fútbol. Los pobres hacen un trabajo muy duro, durante muchas horas y en difíciles condiciones. Al menos ellos han sido afortunados y han podido vivir gran parte del partido con nosotros. Otros no han tenido tanta suerte: Sebi, Paul, Jaime, Álvaro, Montse, Paula, Diana, Óscar Luis, Jacobo, Chema, Lucía y Eduardo. Para estos compañeros mi más sentido homenaje y a ellos les dedico estas imágenes captadas por nuestra compañera colombiana Ana María.
Así vivimos el gol de Pujol, con auténtica euforia desatada:
Después, muchos segundos de tensión bebiendo toñas (cerveza nicaragüense) con Gille que casi se nos salen por las orejas, mirando constantemente a Edu que casi le da un colapso, pudimos vivir el triunfo de la selección roja y celebrarlo una vez más todos juntos de esta manera:
Lo raro ha sido salir de nuestro reducto español y ver que la vida sigue su ritmo, en este caso un ritmo caribeño de personas que continúan su dura vida cotidiana ajenas a lo acontecido. Tan sólo es una competición, sí, pero nos une y saca de nosotros sentimientos que no saldrían de otra forma y bajo ninguna otra circunstancia. A los vídeos me remito
8 jul 2010, 4:36:00
Nosotros vimos el partido en mi jardín, y era increible escuchar a mogollon de gente gritar a la vez y decir "Uyyyyy!!!!" como si estuvieramos al lado... Los bocinazos, petardos y gritos duraron hasta las mil de la noche. No me quiero imaginar lo que pasaría en Madrid...